A pesar de llevar años oyendo hablar de BIM, su implantación continúa siendo muy baja. Stanton, en su artículo “Improving BIM adoption: ‘More human language, less tech talk” analiza las causas detrás de esta falta de adopción del BIM.
La cantidad de tecnicismos, siglas y vocabulario específico que hay que manejar es uno de los principales factores de rechazo. Este esfuerzo de memorización, acompañado de sus constantes cambios y actualizaciones, hace que muchos agentes del sector rehuyan sustituir sus métodos por otros más modernos. Y es que en el sector de la construcción prima el dicho “si funciona no lo toques”.
Colaboración y compromiso
Las nuevas tecnologías simplifican el proceso de compartir, pero la colaboración continúa siendo un asunto pendiente. La falta de preparación, el desconocimiento o una escasa transparencia son algunos de los motivos que alejan a los usuarios. A su vez, la no inclusión de algunos colectivos en la puesta en común de datos hace que los gemelos digitales carezcan de una parte valiosa de la información.
El propósito principal del BIM es centralizar toda la información relevante
en un único lugar y que todos los implicados participen de su generación y actualización.
Es necesario eliminar las reticencias de los participantes para lograr crear un entorno común de datos, donde cada persona aporte sus conocimientos en beneficio del proyecto.
La falta de estandarización es otro factor que juega a la contra, ya que esto produce incompatibilidades entre los softwares empleados por cada equipo dificultando la puesta en común de información.
¿Impulsan los clientes la adopción de BIM?
Existe mucho desconcierto respecto a quién debe ser el dueño de los programas, siendo generalmente los contratistas quienes controlan el BIM en lugar de los clientes. Esto, como ya comentamos en nuestro blog, es un grave error dado que posibilita la ocultación de información relevante para la toma de decisiones en conjunto.
La cadena de suministro de información en el punto de mira
La falta de madurez de los proveedores y otros agentes hace que la cadena de suministro de datos no sea todo lo coherente que debería. Es necesario realizar mayores estudios donde se destaque los beneficios que tiene aplicar el BIM, para de esta forma expandir su uso.
Se debe poder comprobar que una construcción cumple todos los
estándares y requisitos de calidad y seguridad exigidos en todo momento.
La llegada del “Golden Thread” ha puesto de manifiesto la importancia de contar con todos los datos. Las múltiples modificaciones que se llevan a cabo en un proyecto después de su aprobación, hacen necesario que exista un registro de las mismas, así como de su impacto en la totalidad del edificio.
Fuentes consultadas:
Justin Stanton – Improving BIM adoption: ‘More human language, less tech talk’
Angela Alonso Moro, técnico de marketing en DAAG.